jueves, 26 de noviembre de 2015

20 de Noviembre , Dia internacional de los derechos del niño

Desde la biblioteca os proponemos la lectura de  Letras en los cordones. Este libro evidencia que aún hay muchos niños en el mundo de hoy que no pueden ir a la escuela. La educación es un derecho y nuestros niños deben valorarlo y luchar porque todos los niños y niñas del mundo puedan recibir una educación de calidad








Letras en los cordones.
Cristina Falcón Maldonado. Il.: Marina Marcolin
Editorial Kalandraka
Qué bonito es cuando, desde la páginas de un libro surge la voz de un niño que te cuenta a través de su mirada su intenso mundo. Emociones, compañías y vivencias que acompasan al crecer y hacen conectar al lector con la infancia, donde detalles que en apariencia son sencillos, dejan una huella imborrable. La voz es de una niña, la tercera entre siete hermanos todos seguiditos que viven con la abuela.
 Claro que para ella no hay nada como la presencia de su mamá que viene los fines de semana: todos duermen con ella para que no haya envidia de los besos, les cuenta historias de cuando era pequeña  y con ella, están seguros que nada malo les pasará. Está descubriendo el mundo tan acompañada, que lo hace también a través de lo que viven sus hemanos, y en especial de Flor, que es la mayor.
Flor ya sabe leer, dice que las letras, que a mí me parecen unos dibujos muy difíciles de entender y de juntar, son contadoras de cosas y que cuando aprendes a leer es como si te contaran cuentos.
A Flor le encanta la escuela y quiere se maestra de mayor. Y aunque es la encargada de cuidar a sus hermanos, sueña mucho.
Yo creo que es por las letras, que a Flor las letras le han metido esas cosas en la cabeza.
Este libro, tan estéticamente delicioso, no guarda una historia para recrearse, sino muchas historias para pensar, removerte y hacer un poco mejor lo que nos rodea.
Lleno de afectos y de mucha humildad, nos adentra en una familia en donde la madre tiene que trabajar lejos de casa y los niños deben andar un camino largo para ir a la escuela y sin zapatos. No es una historia de otro tiempo, es una historia de hoy en muchos lugares del mundo.
Letras en los cordones surgió a raíz de la participación de Cristina Falcón en una campaña internacional organizada por varias ONG’s en favor del derecho de la infancia a la escolarización y la educación.
Sorprende el hecho de que el relato está contextualizado en un tiempo pasado pero, lamentablemente, todavía en las escuelas rurales y de montaña, en Latinoamérica, los niños caminan dos horas para llegar a la escuela y no tienen zapatos.
Y a veces suceden estas maravillosas coincidencias, en donde hay una buena historia y una buena ilustración.
Marina Marcolin llena de romanticismo las páginas, usando papeles viejos en tonos beis, cuadernos de escritura de pauta, letras de imprenta, lápiz y acuarelas abocetadas…
Ilustraciones que cargan de emoción cada línea escrita. Pensaba que qué protagonistas son las letras en nuestras vidas desde pequeños. No siempre son fáciles y a veces se ponen bravas cuando se juntan, otras se quedan calladas… pero cuando se encienden, cuando se abren, el mundo se hace inmenso, y con ellas vas cambiando y creciendo.
Pero no todos los niños y niñas tienen acceso a la educación. Y casi siempre, la falta de zapatos va asociada a la falta de letras. Más de 75 millones de niños en el mundo no van a la escuela, de los cuales las niñas sufren aún más esta carencia.
Uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio para 2015, es velar porque todos los niños y niñas puedan terminar un curso completo de enseñanza primara. Este objetivo hará que el resto de los propuestos progresen. Si tienen acceso a una educación de calidad pueden ayudar a conducir a su país fuera de conflictos, de la pobreza y hacia la recuperación y crecimiento económico.




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